Después de mucho esperar, de pedir a los dioses, de recitar un "mantra", de encontrar las siete bolas de dragón, de recorrerme los 8 mundos de Mario 15 veces y de acabar la historia interminable, he conseguido poder ir a montar a caballo. Bueno, todavía no, pero muuuuuuuy pronto.
El año pasado no pude ir a hípica, ya que mi madre se rompió el codo al caer en un paso de cebra (Sí, ya sabéis, esas malditas rayas blancas que resbalan cuando les convienes, sí, esas) y por consiguiente no pudo conducir. Cómo comprenderéis, yo no puedo ir andando hasta Balmaseda así por que sí, por mucho que sea Kriptoniana (*Esta historia se explicará en otra entrada, Próximamente en sus cines (?)) Total, que llevo un año sin montar, peeeeeeeero hoy mismo... NOS VAMOS MI PRIMA Y YO A DAR UN PASEO EN CABALLO!!! FIEEFFHHTAAA!!
Dejando a un lado mi estupidez, voy a añadir que puede que durante este curso vuelva a dar clases, por lo que se me ha ocurrido la maravillosisima idea de escribir y proyectar mi pequeña trayectoria en imágenes.
Esta es Estrella, la primera yegua que monté. He de decir como en una de mis iniciales entradas que, al principio, pareció no mostrarse interesada en mí, es más, parecía molesta conmigo, pero más adelante me dí cuenta de que no era así. Estrella resultó ser una yegua inquieta e impaciente, pero muy divertida.
Esta era una de las típicas imágenes en mis clases. Yo "intentando" frenar a Estrella sin éxito alguno. Siempre estaba tan pegada al caballo de delante, que llegaba a lamerle el culo (Casi casi, no literalmente xDDD). Y, la verdad, fue un grán reto para mí intentar controlar a esta yegua alocada.
Esta yegua de aquí se llama Boroa, era la yegua que montaba mi amiga Noa, ya mencionada en otra entrada, la cual era algo difícil de controlar, ya que solía ponerse nerviosa, aun así era muy amistosa.
Mi amiga montando a Boroa <3
Este caballo se llamaba Suprise, no sé ni de quién era, ni nada sobre él, solo sé que siempre que ibamos él estaba ahí, nos miraba y pedía mimos. Otro amor de caballo, vaya.
Este es Sugus, otro caballo que montó Noa más adelante. Era muy tranquilo y todo un peluche con su pelo suaaaaaave suaaaave. (Me lo comía :3)
Este, amigos, es Cuco. Creo que me enamoré de él a primera mixta. (-Hola, yos soy Mixto ¿Y tú? +Mixta -Hola, yos soy Mixto ¿Y tú? +Mixta AMOR A PRIMERA MIXTA. (?)) Era un semental de ya 28 años, blanco, tal y como veis, pero que siempre se ensuciaba. Desde la primera vez que lo vi empezó a darme cabezazos en el hombro y cabeza. Me hacía carantoñas y jugaba conmigo.
Cuco era un caballo vago, pero vaaagooooo vagooooo eh, que ya yendo al paso iba más lento que el caballo del malo. (¿No sería él el caballo del malo? (?)) Y yo siempre tenía que meterle prisa. Este amigo siempre hacía que mis problemas desapareciesen, y realmente me hacía sentir feliz. Lo echo mucho de menos. (Ai tristesa)
Este de aquí es un caballo semi-salvaje que anda por el monte que hay en mi ciudad. Lo conozco desde que era un potrillo y acostumbramos a llamarle "Cara sucia". Siempre que subo al monte me lo encuentro y estoy con él, ya sea dándole pan, sacándole fotos, acariciándolo, mirándolo, dibujándolo... Y es mi pequeña dosis de felicidad cuando necesito estar con caballos.
Porque para mí, los caballos son más que caballos, son todo lo que quiero ser, libres. No son de nadie y nada es de ellos.
FRASE DEL DÍA: El fracaso es otra oportunidad para volver a empezar con más inteligencia.
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